La propuesta que te hacemos en esta ocasión en nuestras Rutas por el Bierzo, es el castañar de Manzanedo, un paseo válido para personas de cualquier edad, en un pequeño pueblo perteneciente a Ponferrada, situado en las faldas del Morredero y con una carretera de acceso en bastante buen estado. Aconsejamos utilizar calzado cómodo, no hace falta que sea de montaña, pero si es aconsejable que no entre el agua, ya que si hacemos la ruta en otoño o invierno, es fácil que en nuestro camino se cruce algún pequeño reguero empeñado en seguir el curso natural del agua.
¿La ruta del Castañar de Manzanedo es sencilla?
¿Qué ropa debo llevar?
¿Qué distancia vamos a recorrer?
¿Hay algún sitio para comer?
De todas maneras en pueblos cercanos si podrás comer. Aconsejable reserva. (En estos tiempos de Pandemia los locales de hostelería están cerrados en nuestra comunidad). La Cantina de Sara en Montes de Valdueza, La cantina de Peñalba, el Mesón el Nogaledo en San Esteban de Valdueza pueden ser opciones relativamente cercanas sin tener que acercarnos a Ponferrada.
¿Hay merenderos?
¿Hay dónde dormir?
¿A que distancia está de Ponferrada?
¿Hay cobertura de móvil?
Ruta por el Castañar de Manzanedo de Valdueza
Para llegar a Manzanedo de Valdueza, debemos dirigirnos por la CV-192/21, carretera que nos acerca a San Cristobal de Valdueza, el Morredero y a la comarca de La Cabrera; Pero para nuestro destino, no hemos de subir tanta altura, apenas unos 100 metros antes de entrar en San Cristobal, un desvío a la derecha nos indicará como llegar, en apenas un par de kilómetros de descenso llegaremos a nuestro destino.
En la Entrada del pueblo veremos un pequeño parque con una mini-cancha, sitio perfecto para dejar los coches y cruzar este pueblo que tiene tan sólo ocho vecinos (INE 2017) y que tiene encanto con casas de mampostería muy bonitas y bastantes de ellas restauradas.

El inicio de la senda la encontraremos sin problema. En 2017, el Ayuntamiento de Ponferrada señalizó el recorrido, por lo que no debemos tener miedo a perdernos, si seguimos las indicaciones. Por esta misma ruta se llega a Peñalba de Santiago, pero en esta ocasión solo hemos paseado por el castañar.
Nuestro camino comienza en llano, con un descenso suave y termina con una pendiente, que no es demasiado acentuada, por lo que se puede realizar sin problema por cualquiera.

La ruta es circular, y cubre una distancia de aproximadamente 4 Km entre castaños centenarios, robles y algún que otro chopo, que se pueden hacer a un paso tranquilo en un hora aproximadamente, aunque nuestro consejo es hacer una parada en los restos de la Ermita Santa María de los Escayos, que encontrarás debidamente señalizada.

Santa María era la parroquia del pueblo de Valdescayos y del muy cercano de La Cisterna, dos pueblos ya desaparecidos y situados en el vallejo de Manzanedo. Hace cinco años se desbrozó su entorno por parte del Ayuntamiento de Ponferrada y quedaron al descubierto los restos de la iglesia. Estos restos poseen planta basilical de unos 15 por 5 metros con una estrecha cabecera rectangular con bóveda de cañón y nave rectangular a la que le falta la zona de la entrada y la techumbre, que sería de madera a dos aguas.
Su construcción es en mampostería de esquisto y cuenta con dos vanos, uno pequeño apuntado en el ábside y otro rectangular en la nave. La totalidad de la fábrica conservada de la iglesia pertenece a época moderna, en el abanico cronológico entre el siglo XVI y el XVIII. La iglesia se abandonó a principios del Siglo XX y a mediados se utilizó parte de la piedra para rellenar el camino hacia San Juan, razón por la que ya no existe parte de la construcción.
Esta ruta si se hace con niños se puede combinar con una visita al Tejo Milenario de San Cristobal de Valdueza, árbol que impresiona por su porte y edad (Se calcula en más de 1,.200 años) en el que podemos contar de donde viene la expresión: «Tirar los tejos» y es que según la tradición popular, en el norte de España, se tiraban ramitas de tejo y semillas del árbol en señal de amor a la persona que te gustaba. Cuidado con emular a nuestros ancestros, pues además de ser un árbol venenoso, está protegido y lo único que podemos hacer es dañar a nuestro tejo que es el octavo árbol más antiguo de España.














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