La época en la que la que las calles de Cubillos del Sil se llenaban de bodegas, el pueblo congregaba en sus calles a miles de jóvenes de toda la comarca. Algo que, literalmente se les fue de las manos, al pueblo, a los bercianos y a las autoridades. A pesar de todos los controles de alcoholemia, restricciones etc. que se pusieron en su momento, la peregrinación no cesaba año tras año, finalmente la Junta de Castilla y león lo tuvo que atajar, comenzando a hacer un marcaje a todas las bodegas que no cumplían ningún requisito sanitario y que, además, en su mayoría, no tenían ni siquiera una licencia de actividad.
A finales de los años ochenta, trabajadores de la empresa asturiana Duro Felguera, que estaban realizando los hornos de los grupos 4 y 5 de Compostilla II, tuvieron la loca idea de comprar un tráiler de sidra (si has leído bien, un tráiler) para disfrutar de las fiestas patronales de San Cristóbal en Cubillos, donde vivían una gran parte, la pusieron a la venta en una bodega en plena Avenida Severo Gómez Núñez durante los días de fiesta y se bebió, vaya si se bebió, que se agotaron existencias.
Ese fue el pistoletazo de salida de las bodegas que llenaron Cubillos del Sil con miles de jóvenes, la idea y el éxito de la misma hizo que en años posteriores se fueran sumando bodegas hasta sobrepasar la treintena en los mejores años. A todo ayudó el dinero que ENDESA aportaba para las fiestas, algunos años se hablaba de 8 millones de pesetas (50.000€) esto permitía que el Ayuntamiento contratara a artistas de primera fila y si no era así, o que pagaban por ocupación de dinero público…bien daba para ello .
Si tenías un garaje local o cochera en las calles principales del pueblo ¿Quién iba a poner pegas a que abrieras una bodega durante los días de fiesta?
Las había muy básicas con lo justito una barra, local en ladrillo visto, los aperos de labranza familiares por las paredes y un equipo de sonido, las había más elaboradas con iluminación de discoteca y varios miles de watios lanzados por los altavoces, incluso algunos en sus solares montaban una barra, alquilaban unas cámaras frigoríficas y hacían el agosto en julio.
Esta es la alucinante lista de artistas que pasaron por las fiestas de San Cristóbal a lo largo de los años:
Nuevo Mester de Juglaria, Luar na Lubre, Milladoiro, Camela, Sidonie, Morat, Azúcar Moreno, Amaral, Los Pecos, Celtas Cortos, Los Rodríguez, Los Suaves, Baron Rojo, Rosendo, Loquillo, Burning, Os Resentidos, Los Limones, Pereza, El Canto del Loco, Mikel Erentxun, Amistades Peligrosas, Mojinos Escozios, Deviot, Siniestro Total, Los Flechazos, Deicidas, Mago de Oz M-Clan ,Seguridad Social, Los Rebeldes, Jaime Urrutia, Café Quijano, Manolo Tena, Ska-P, Los Chunguitos, Los Panchos, Rulo y la Contrabanda, Gatillazo, Sòber, Platero y tu, Oskorri, Caco Senante, Greta y los Garbo, Fuxan os Ventos, La Musgaña, Tito y Tita, Danza Invisible, Dúo Dinámico, Barricada, Reincidentes, Georgie Dann, Funambulista, David Santiesteban, Orquesta Plateria, Obús, Soziedad Alkohólika, No me pises que llevo chanclas, Jarabe de palo, La Braña, Los Porretas, Hamlet, Saratoga, Orquesta Mondragón, Carolina Durante, Cañita Brava, Labanda, La Década Prodigiosa, Alberto Pérez, Ana Kiro, El sueño de Morfeo…
Mientras, Cuatrovientos o la zona del Temple quedaban desiertas, lo mismo ocurría con la macrodiscoteca Delfos o la Gran Manzana. San Cristóbal, Cubillos y sus bodegas eran los protagonistas del mes de julio.
“Mamá no me calientes las croquetas, que llego tarde” Fue una de las bodegas emblemáticas, el nombre lo puso Óscar Morticia al ver aquella locura y siendo una de las más céntricas, fue también de las más exitosas. También el Zoom y otras muchas, además de la hostelería local como el bar Nistal o La Madrileña.
Las bodegas siguieron funcionando hasta la primera década del Siglo XXI y ya en 2012 se decidió no permitir las bodegas que no cumplieran con los requisitos legales para atender al público, algo que, aunque de sentido común, fue el detonante para que la afluencia de gente a las fiestas bajara en gran medida. Ese año más de 200 jóvenes se movilizaron por las calles del pueblo para expresar sus quejas ante esta situación “Menos Camela, y más Bodegas” fue el grito de guerra. Aun así son unas de las fiestas del Bierzo más populares.
Agradecimientos a los vecinos de Cubillos por recopilar los artistas, especialmente a Paco y a Patri por aportar material para hacer este reportaje.
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