NOTA CAMBIO EN EL REPARTO:
Sergio-Peris Mencheta abandona el reparto de Lluviaconstante y será sustituído por Pepe Ocio
Lluvia constante es un thriller teatral escrito por Keith Huff, guionista de series como House of Cards, que se hizo famoso cuando fue estrenado en Broadway por Hugh Jackman y Daniel Craig. Roberto Álamo y Sergio Peris-Mencheta, dos fuerzas de la naturaleza sobre un escenario, ofrecen soberbias interpretaciones en la versión española que llega al Bergidum el próximo sábado, 22 de octubre (21 horas), dentro de la programación de Platea apoyada por el Ministerio de Cultura.
Dos jóvenes policías, amigos desde la infancia, enfrentan en pocos días una serie de acontecimientos que afectarán sus vidas para siempre. No sólo su amistad es puesta a prueba, sino su escala de valores, sentido del honor y lealtad. Los dos personajes nos dan su particular definición de lo que es la familia, así como de las cuestionables decisiones morales que toman en su nombre. Pero el recuerdo de cada uno sobre lo que realmente sucedió en aquellos pocos días en los que esa lluvia constante no cesó de caer, no necesariamente pareciera ser el mismo…
La historia, mas allá de la trama, se centra en el vínculo de extrema lealtad que une a dos policías y el progresivo deterioro de su amistad. La versión norteamericana tuvo tanto éxito que Steven Spielberg se hizo con los derechos para llevar la historia al cine. Dani (Roberto Álamo) es un padre de familia violento que haría cualquier cosa para proteger a los suyos y Rodo (Sergio Peris-Mencheta) un hombre introvertido, con tendencias depresivas que acaba de superar una fase de alcoholismo.
La obra es pura energía desde que comienza. Estamos ante dos personajes perdidos, extremos, pero no sabemos si los acontecimientos son producto de la fatalidad fortuita de las circunstancias o de un cúmulo de malas decisiones que desembocan ineludiblemente en el terrible desenlace. El texto es un torrente de poesía callejera, de verdad incendiaria que solo puede ser acometido por dos fuerzas de la naturaleza con una capacidad interpretativa apabullante.
En Lluvia Constante no sabemos realmente cuál de los dos policías es el bueno y cual el malo. No lo sabemos ya que este cliché poco importa. La obra trata sobre la lealtad de dos amigos que hablan continuamente sobre la amistad que los une y los define. Una amistad como tantas otras a la que un día le toca atravesar una situación extraordinaria.
La pieza ha recogido de la crítica alabanzas como “un cataclismo emocional que mantiene un relato ocurrente y alucinante plagado de acción y que nos hace temblar como en una montaña rusa” o “definitivamente una de las mejores obras del año. Una obra intensa, fresca y desafiante”.
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