En “Hombres que escriben en habitaciones pequeñas” se dan cita espionaje, contraespionaje, un viaje al futuro a través de un extraño y doméstico artefacto, la literatura y el miedo a un tiempo lleno de dudas. El texto de Antonio Rojano que la crítica
ha definido como “una imaginativa comedia de ciencia ficción” presenta a un escritor de poco éxito que ha sido secuestrado y llevado a la fuerza a un lugar desconocido.
El hombre despierta en un sótano repleto de archivadores, de expedientes escritos en lenguas extranjeras e informes censurados, y se encuentra con tres mujeres que reclaman su ayuda. Si quiere formar parte de un movimiento revolucionario, el escritor tendrá que prestar su talento a una causa mayor: concluir el relato de un magnicidio que cambiará el rumbo de un país en crisis.
“Hombres que escriben en habitaciones pequeñas” es una comedia que nos habla de contraespionaje y de terrores modernos, de viajes en el tiempo y de literatura, pero, sobre todo, de gente corriente ahogada en la paranoica desesperación del tiempo que nos ha tocado vivir. Recomendado por la Red Española de Teatros, la función cuenta con
un atractivo reparto encabezado por Esperanza Elipe, Secun de la Rosa y Cristina Alarcón.
“El enjambre”, por su parte, plantea la historia de un grupo de amigas de la infancia que acude a una casa rural para celebrar la despedida de soltera de una de ellas. Los años no han pasado en balde y aunque sientan un vínculo muy fuerte entre ellas, nada es lo que era. Lo que a priori iba a ser un fin de semana a lo loco, enloquecerá un poco más si cabe;
trapos sucios, cosas que nunca se dijeron, confesiones, alcohol, droga y un enjambre.
Una propuesta fresca, trenzada con mucho humor y emoción, que reflexiona sobre la maternidad, la sororidad, el empoderamiento femenino, temas candentes y necesarios. “Una función de historias tristes contadas con gracia, de dramas subterráneos que nos hacen reir”, ha dicho la crítica.
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