Esta pequeña playa ubicada en A Mariña lucense es elegida por muchos como uno de los lugares con más encanto de la costa cantábrica gallega. Le llaman “Playa de Caolín” debido a que en una esquinita de esta playa se encuentra un lavadero de Caolín, ya sin actividad.
Rodeada de una exuberante vegetación que llega hasta la fina arena, es uno de esos secretos que todavía nos da Galicia. Aunque esta playa no es puramente nudista, el nudismo se practica en la zona.
La llegada a la arena se hace por un camino empedrado que impide la llegada de vehículos a la misma y garantiza una tranquilidad total. Al lado se encuentra la Playa do Vidreiro, que también es muy bella.
Llegar te llevará en torno a dos horas y media desde nuestra comarca, con la mayoría del trayecto por Autovía.
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