La variante XEC del coronavirus, una combinación de las cepas KS.1.1 y KP.3.3, está generando preocupación a nivel mundial. Desde su detección inicial en Alemania en junio, se ha propagado rápidamente a 29 países, con un total de aproximadamente 1.115 casos registrados hasta la fecha.
Mayor contagiosidad y nuevos síntomas
Esta nueva variante se caracteriza por ser altamente contagiosa y por presentar síntomas adicionales a los ya conocidos del COVID-19. Además de la tos, fiebre, malestar general, congestión nasal, pérdida del olfato y gusto, dolor de garganta y dolor de cabeza, la pérdida de apetito se ha sumado a la lista de síntomas comunes en los pacientes infectados con XEC. Esta pérdida de apetito suele ir acompañada de diarrea y malestar general, según el ‘Daily Mirror’.
Impacto en la salud y posibles medidas preventivas
Aunque la mayoría de las personas infectadas se recuperan en varias semanas, algunos casos pueden requerir hospitalización y una recuperación más prolongada. Debido a su alta contagiosidad, se espera que la variante XEC se convierta en la cepa dominante en los próximos meses.
Ante esta situación, las autoridades sanitarias de varios países están evaluando la posibilidad de reintroducir el uso obligatorio de mascarillas en ciertos entornos, como centros de salud y hospitales. La ministra de Sanidad española, Mónica García, ha señalado que esta medida podría implementarse si se superan los umbrales establecidos para la gripe y el COVID-19.
Vacunas y protección
Afortunadamente, las vacunas existentes contra el COVID-19 parecen ser efectivas contra la variante XEC, ya que esta pertenece a la familia Ómicron. Sin embargo, se recomienda a la población mantener las medidas de prevención, como el lavado frecuente de manos, la distancia social y el uso de mascarillas en caso de ser necesario.