El impacto de las series de éxito en la moda y el consumo no es nuevo, pero el contexto actual no ha hecho sino agigantar su pegada en el día a día de las personas, en el que sus gustos y preferencias se han adaptado a un consumo audiovisual más itinerante.
Buena parte de la culpa de este crecimiento lo tienen tres series que han marcado la pauta: The Crown, Emily en Paris y Gambito de Dama. Es tal el impacto de estas producciones que rápidamente se refleja no solo en sus fans, también en lo que consumen, tal y como recoge un reciente estudio del casino online Betway.
El éxito de Gambito de Dama creó una fiebre por el ajedrez, tras su estreno, las ventas de ajedrez en EE UU subieron un 125%. Peor también el número de jugadores en el portal www. chess.com aumentó un 500% solo con el impulso que la serie le aportó al juego.
La empresa española, cuyos tableros aparecían en la serie, triplicó sus ventas.
En el caso de Gambito de Dama, que bien podría conformar la trilogía de mayor éxito en el 2020 en las series, junto con The Crown y Emily en Paris, los números hablan por sí solos. En 28 días, la miniserie se tornó la más asistida de la historia de Netflix, siendo reproducida en 62 millones de casas alrededor del mundo.
En el caso de The Crown, es una mezcla de política, realeza, amores, la exitosa serie ya va por la cuarta temporada y su éxito es total. The Crown ha sido elogiada por su actuación, dirección, escritura, cinematografía, calidad de producción y un relato histórico relativamente exacto del reinado de la Reina Isabel, aunque algunas respuestas han sido más críticas con sus desviaciones de la historia documentada.
Un solo capítulo de la serie costó 13 millones de dólares. El mercado de la serie está apuntalado sobre más de 200 millones de abonados que tiene Netflix en el mundo.
Ese es el mercado en el que también se mueve Emily en Paris, cuya penetración en Google la ubica en el sexto lugar en la clasificación de las series más buscadas en el motor de búsqueda más grande del planeta. Sus vestuarios, su fotografía y los lugares icónicos turísticos clásicos de París, así como sus luces en una comedia romántica no podían fallar.