Daniel Sánchez tiene 33 años, es un joven tímido y alegre, vive en Cortiguera y desde hace un par de meses trabaja como peón en el Ayuntamiento de Cabañas Raras. Aunque de momento es sólo un empleo temporal de tres meses, le llena de ilusión porque es su primer trabajo y confía en que más adelante le vuelvan a llamar. “Me imagino que me llamen otra vez, me gustaría porque estoy muy contento aquí”, nos cuenta Daniel, que es uno de los participantes en los Itinerarios de Inserción Sociolaboral de Asprona Bierzo.
Todo empezó en primavera, cuando se enteró de que buscaban gente para trabajar en el Ayuntamiento de Cabañas, a tan sólo un par de kilómetros de donde vive con su familia. “Era mi primera entrevista de trabajo, me hicieron algunas preguntas y me puse muy nervioso”, recuerda Daniel. Entonces no fue seleccionado, pero unos meses después le llamaron de nuevo. “Me dijeron si se seguía interesando en venir a trabajar y yo dije que sí, me sentí muy contento”, añade.
Y así, a la primera entrevista siguió la firma del primer contrato y el primer empleo. El jueves, 1 de octubre, empezó a trabajar. Desde ese día, de lunes a viernes, su despertador suena a las 6.20 horas de la mañana para estar puntualmente listo a las 7.00 horas, que es cuando su encargado, que se llama como él, Daniel, y su compañero Rubén pasan a recogerle para iniciar su jornada laboral.
Por delante ocho horas de trabajo que sigue realizando con mucha ilusión, con una parada a las 11.00 horas para comer el bocadillo. “Me gusta hacer un poco de todo para aprender, pero la parte que más me gusta es la jardinería”, confiesa el joven. Y es que, precisamente, Daniel realizó la especialidad de jardinería dentro de los Itinerarios de Inserción Sociolaboral para personas con discapacidad intelectual de Asprona Bierzo.
Como uno más
Daniel está integrado, es uno más en la cuadrilla, junto al encargado y su compañero Rubén. “Hace lo que le mandas y entiende todo a la primera. Es un apoyo importante, cumple muy buen su cometido”, destaca Daniel Núñez, que es el encargado de mantenimiento. Así, resalta su aportación no sólo en lo laboral, también en lo personal. “Es muy buen compañero, siempre está de buen humor y la verdad es que da gusto con él”, añade.
En unas semanas finalizará su contrato, dependiente de una de las subvenciones de la Junta de Castilla y León para el fomento de la contratación temporal de desempleados con discapacidda. Ahora no hay posibilidades de prolongarlo en el tiempo, pero todos confían en que más adelante pueda volver a incorporarse como peón en esta cuadrilla del Ayuntamiento de Cabañas Raras. “No se encuentra a gente tan competente como él, tiene una gran capacidad para hacer el trabajo”, añade Núñez.
En entornos normalizados
El ejemplo de Daniel, como el ejemplo de su compañera Mercedes en la tienda de Decathlon, demuestra la importancia del trabajo de las personas con discapacidad intelectual en entornos normalizados. Es todo un reto para asociaciones como Asprona Bierzo. Y es que, según el último informe del Instituto Nacional de Estadística sobre ‘El empleo de las personas con discapacidad’, sólo el 20,2% de las personas con discapacidad intelectual de entre 16 y 64 años tienen un trabajo en España y mayoritariamente en centros especiales de empleo.
Los Itinerarios de Inserción Sociolaboral de Asprona Bierzo buscan mejorar la empleabilidad de las personas con discapacidad intelectual, ofreciendo nuevas oportunidades desde su Centro Especial de Empleo (CEE) y desde la opción del empleo con apoyo en la empresa convencional, en entornos normalizados. El programa sigue adelante este año con una nueva edición, en la que participan 34 usuarios.
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