El presidente de la Diputación de León, Eduardo Morán, ha realizado este viernes una declaración institucional para analizar la situación generada por el COVID-19 en el funcionamiento de la institución provincial. Tras agradecer a todas las personas que trabajan en primera línea para combatir la pandemia, Morán ha recordado que la Diputación adoptaba medidas desde los primeros momentos con el objetivo de proteger a los trabajadores, así como a las personas que pudieran acceder a sus instalaciones.
En ese sentido, se suspendía toda la actividad programada, se cerraron las instalaciones al público y se han implementado fórmulas de teletrabajo para reducir al máximo la presencia de personal en los centros laborales.
Además, en los centros asistenciales que gestiona la Diputación provincial, “nuestra mayor preocupación”, ha apuntado el presidente, se suspendían por completo la visitas en el caso de la residencia de mayores Santa Luisa, donde se ha habilitado un sistema de videoencuentros entre los residentes y sus familiares, y se han limitado al máximo las mismas en el resto de centros.
Morán ha anunciado también que, en colaboración con la Junta de Castilla y León, se ha puesto a disposición del teléfono de atención al ciudadano 012 a tres trabajadores que, de ocho de la mañana a diez de la noche, gestionarán y darán respuesta a las llamadas de emergencia social en el ámbito rural de la provincia. Del mismo modo, los 25 Centros de Acción Social (CEAS) han interrumpido la atención personal, salvo en casos en los que sea imprescindible por la complejidad de la situación del usuario, pero se ha fortalecido el servicio con atención telefónica, “seguimos prestando un servicio que si no es al 100% de presencia sí lo es de contacto”.
1 comentario