El Instituto de Estudios Bercianos ha fallado el VI Premio de investigación Antonio Estévez. Se trata de una convocatoria destinada a trabajos de investigación relacionados con El Bierzo que ayuden a un mejor conocimiento de la realidad berciana desde varias perspectivas: social, económica, cultural, histórica y patrimonial.
Los trabajos pueden versar sobre cualquier aspecto relacionado con el territorio del Bierzo, desde el análisis histórico, político, jurídico, social, económico, antropológico, etnográfico, geográfico, artístico, filológico, patrimonial o de cualquier otra disciplina científica en materia social, ya sea con un enfoque estrictamente teórico o a partir de experiencias concretas.
Los premiados de esta sexta edición han sido el trabajo ‘La toga y la venda. Los tribunales militares de la retaguardia rebelde durante la Guerra Civil y los primeros años de la dictadura franquista (1936-1946)’, cuyo autor es Santiago Macías Pérez. El premio está dotado con 2.000 euros.
Y el jurado ha considerado otorgar además un accésit al trabajo ‘Propuesta de conservación y restauración de la locomotora de vapor Sestao’, cuya autora es María Balado Fernández. El accésit está dotado con 500 euros.
El jurado ha estado compuesto por los historiadores Miguel J. García González, José Antonio Balboa de Paz, Vicente Fernández Vázquez y Carlos Fernández Rodríguez.
Recordamos que en la edición de 2019 quedó desierto el premio, por lo que es una satisfacción para el Instituto de Estudios Bercianos que el jurado haya considerado de calidad los trabajos presentados en esta sexta edición y que se hayan otorgado un premio y un accésit.
La entrega del premio se procederá a realizar en una fecha que próximamente les comunicaremos.
Antonio Estévez
Recordamos que los premios llevan el nombre de Antonio Estévez, hijo de padres bercianos emigrados a Brasil, en donde nació. Dos años más tarde la familia regresó a Valtuille de Abajo.
Escritor, intelectual y anarquista, Antonio Estévez fue un hombre crítico con la injusticia de su tiempo, contrario a la violencia y defensor de la educación racionalista, de la libertad y de los más humildes. Por esas razones se enfrentó a las autoridades y defendió cuestiones como las condiciones de los trabajadores de EE.UU., el asesinato de los anarquistas italianos Sacco y Vanzetti o la situación de los bercianos oprimidos por los caciques. Por esto último, precisamente, tuvo que abandonar su pueblo al iniciarse la Guerra Civil, y en él dejó a su familia y su forma de vida. Al terminar la contienda tuvo que exiliarse primero a Francia y después a México, país en el que le sorprendió la muerte en 1960 cuando tenía 63 años.
Estévez fue un intelectual autodidacta que gracias a su afán por saber consiguió una sólida formación cultural y política, y reunió una destacable biblioteca en su casa de Valtuille de Abajo.
Escritor de poemas inéditos, artículos periodísticos, cuentos, relatos breves y novelas, destacan por su calidad literaria e interés político artículos en los que expone y defiende sus ideas libertarias que vieron la luz en diferentes publicaciones anarquistas entre 1926 y 1936, como ‘La Revista Blanca’ en Barcelona o ‘Inquietudes’ en Nueva York, publicación de la que fue uno de sus fundadores.