Cuando uno mira hacia atrás en la temporada de Santi Aldama, se da cuenta de que lo que ha vivido este año en la NBA ha sido un salto de esos que se notan. No ha sido protagonista de grandes portadas ni sus mates han copado los resúmenes diarios, pero, a base de trabajo constante, discreto y sin estridencias, se ha asentado como un jugador importante en unos Memphis Grizzlies que, pese a despedirse de los playoffs antes de lo esperado, encuentran en el canario una de las mejores noticias de su campaña.
Brillar incluso en la despedida
Oklahoma partía como favorito en prácticamente todas las apuestas NBA, lo que hacía aún más complicada la misión de Memphis de plantar cara. Aun así, Aldama supo aprovechar el momento y, en el cuarto partido, firmó una actuación que dejó claro que está preparado para retos mayores: 23 puntos, 9 rebotes y 3 asistencias en 40 minutos sobre la pista.
Y lo cierto es que no fue cuestión de un día inspirado. Durante toda la serie, Santi promedió números sólidos, manteniéndose alrededor de los 13 puntos y 6 rebotes, muy en la línea de la temporada regular, donde había firmado 12,5 puntos, 6,4 rebotes y 2,9 asistencias por encuentro.
El verano más importante de su carrera
Ahora bien, la eliminación de los Grizzlies abre la puerta a un verano que puede cambiar muchas cosas para Santi Aldama. Tras completar su contrato de novato, ha llegado el momento de negociar su primer gran acuerdo en la liga. Y no será cualquier cosa. Se habla de cifras que rondan entre los 10 y los 15 millones de dólares por temporada, , un salto salarial considerable que premia su evolución continua.
Tanto Memphis como el propio Aldama han dejado caer que la idea es seguir juntos, que hay voluntad de acuerdo y que todo debería resolverse bien. Pero, claro, cuando entran en juego los números, las negociaciones siempre se complican un poco más. Los Grizzlies tienen varias renovaciones pendientes y su margen económico no es infinito.
Un crecimiento paso a paso
Lo bonito de seguir la trayectoria de Santi es ver cómo ha sido todo muy poco a poco, sin atajos ni golpes de suerte exagerados. Desde sus inicios discretos, con promedios modestos en su año rookie, hasta esta temporada en la que ha mejorado en prácticamente todos los aspectos del juego.
Su mejor partido de la temporada, esos 29 puntos contra San Antonio Spurs en enero, fue un aviso de lo que podía ofrecer si se le daba responsabilidad. Y ahora, con la vitrina de los playoffs como escaparate, ha terminado de confirmar que tiene carácter para las grandes noches.
Y después, el Eurobasket
Aunque ahora toca descansar, la agenda de Aldama no se quedará tranquila durante mucho tiempo. A finales de agosto liderará a la selección española en el Eurobasket, un reto enorme en el que tendrá que asumir galones y, probablemente, convertirse en uno de los referentes de un equipo en renovación. España, una de las grandes favoritas según las bet deportivas, afrontará el torneo con la presión de defender su prestigio en Europa.
Así que sí, Santi Aldama se va de esta temporada con la cabeza alta. Porque no solo ha jugado bien; ha crecido, se ha consolidado y ha demostrado que tiene sitio entre los grandes. Y ahora, mientras el verano se llena de decisiones importantes, el futuro se le presenta tan ilusionante como merecido.