Ruta por las Médulas: Conocer el despoblado de La Balouta y el túnel de La Palombeira

Las Médulas están debidamente señalizadas desde el pueblo de Médulas y aunque la ruta que recorrimos fue algo más larga, se puede realizar una ruta más corta y sencilla siguiendo las señalizaciones que nos llevarán al Lago Somido, donde se puede disfrutar de los nenúfares que desde hace unas semanas ya son visibles (aparecen de mayo a agosto aproximadamente).

Desde aquí seguiremos el camino indicado hacia la Balouta que nos llevará a este despoblado donde nos esperan apenas media docena de casas abandonadas en 1973, y caminaremos por este sendero a través de un desfiladero artificial creado por la salida del agua y los sedimentos de la explotación aurífera, sin darnos cuenta pasaremos por la entrada del túnel de La Palombeira, actualmente cegado en su entrada, siguiendo las indicaciones la ruta nos conducirá a la salida del túnel, una excavación realizada en la época para hacer un by-pass que permitiera la salida del agua y los estériles de nuevo hacia el río Sil, buena prueba de ello es la cantidad de piedras de gran tamaño que veremos en la bajada en dirección a Salas de la Ribera.

El túnel fue excavado en la época de la explotación en roca de pizarra y cuenta con una altura que sorprende, pensando en las herramientas y materiales utilizados, desafortunadamente no se puede acceder al recorrido completo (170 metros) además hacerlo sería peligroso, el túnel está anegado y el fondo es arcilloso complicando el paso. Según nos comentó Luis, el guía que nos acompañó, se ha planteado alguna vez la posibilidad de hacerlo transitable y creemos que sería un acierto, sumando magia al paraje. El nombre de La Palombeira se le dio posteriormente por que la gente de la zona entraba a cazar palomas y sus huevos, además de recoger el guano que generaban las palomas y los murciélagos para utilizarlo como abono en la huerta.

La ruta tal y como la hemos descrito no llegará a los 5 Km de ida y vuelta y aunque tiene zonas con cuestas es accesible para casi todas las edades y sin duda es una experiencia diferente que nos hace comprender aun más la impresionante magnitud de la explotación romana.