Ron Lalá vuelve al Bergidum con un divertido musical castizo que reinventa el género chico

Ron Lalá ha hecho del humor y la música en directo su identidad. Su último trabajo es la reinvención del género chico en clave ronlalera: humor, música en directo, teatro… y chotis. Un sainete musical ambientado en un Marte castizo con rasgos de sainete costumbrista, entremés barroco, comedia de disparates y chirigota gaditana con guiños a la ciencia ficción, humor ácido, música original inspirada en estilos populares y varios temas de fondo: la crisis climática, el incierto futuro de nuestra sociedad e identidad y la pérdida de la tradición y la música castiza.

Un espectáculo tan divertido como inteligente en el que el disparatado punto de partida argumental plantea la llegada de una nave espacial a Marte para colonizar el planeta rojo. Pero el capitán y su androide Trasto descubrirán que el planeta ya está habitado cuando llegan a la ciudad de Martid, donde los vecinos mutantes celebran una verbena popular castiza ante los alienígenas terrestres. Para colmo de males, el capitán se enamora de una chulapa marciana postinera de ocho ojos hechiceros…

Hora y media de canciones, romances y juegos escénicos con los que Ron Lalá ejerce, una vez más, una inteligente sátira de la humanidad en la que no queda títere con cabeza. “El espectáculo es tan ingenioso y divertido como los anteriores y las oportunidades de reírse de forma inteligente en este país nuestro son cada vez más escasas”, ha dicho un crítico.

Daniel Rovalher, Juan Cañas, Miguel Magdalena, Fran García y Diego Morales protagonizan este montaje, con textos de Álvaro Tato y dirección de Yayo Cáceres, que la crítica ha recibido con elogios: “Teatro popular con mucha cultura. Un disparate monumental e ingenioso” (Raúl Losánez, La Razón); “Ron Lalá vuelve a cautivar al público con su talento, su gracia y su infinita creatividad. Excelente.” (Aldo Ruiz, El Teatrero); “Un musical insólito preñado de los maestros del género musical. Poesía y comedia desde el amor profundo. Infinita creatividad.” (Horacio Otheguy Riveira, Culturamas).