Recreación de las revueltas Irmandiñas en el Castillo de los templarios de Ponferrada

<< En el año de 1467, en el marco de las hostilidades entre Enrique IV y Alfonso XII por la sucesión de Castilla, Enrique firma un documento el 6 de julio de 1467 en el que permite la creación de la Santa Irmandade do Regno de Galicia y la destrucción de los castillos de la nobleza que apoyaba a su hermano Alfonso.

Dicha Irmandade estába formada por campesinos, burgueses y miembros de la baja nobleza que, cansados de los desmanes de la alta nobleza, se levantaban en armas contra ellos.

Tras destruir más de 140 castillos en Galicia, avanzan hacia El Bierzo, haciendo retroceder a la nobleza gallega hasta la fortaleza de Ponferrada, que también pertenece a Don Pedro Álvarez de Osorio, conde de Lemos.

Las primeras fortalezas bercianas (Balboa, Cornatel, Sarracín y Corullón) son arrasadas y, finalmente, es en la de Ponferrada en la que, con ayuda del Conde Don Álvaro de Trastámara, que hasta aquel momento había apoyado a los Irmandiños, se pone freno a la revuelta Irmandiña.

Apenas dos años después los Irmandiños sufren su mayor derrota en Santiago de Compostela a manos de tres ejércitos, uno de ellos perteneciente a El Bierzo. Entre otros castigos, son los propios Irmandiños los que tendrán que volver a reconstruir algunas de las fortalezas destruidas. >>