El artículo sumerge a los lectores en una ciudad medieval donde, a pesar de las restricciones actuales por el confinamiento, se puede disfrutar intensamente durante un fin de semana. El reportaje arranca en la fortaleza templaria explicando su origen y lo que puedes ver en ella, como la exposición permanente ‘Templum libri’. La hora de la cena de el viernes le lleva al MUNA de Samuel Naveira o a hacer noche en el Hotel Aroi Bierzo Plaza.
Para el sábado deja un paseo por el mercadillo y mercado de abastos donde el plan pasa por los restaurantes del plaza Gourmet. Además en el artículo aconseja al viajero pasear por las calles del centro y hacer la habitual ronda de pinchos por el Gundín o los bares de Fernando Miranda.
El mediodía del sábado la deja para el casco antiguo de la ciudad con cita en el Restaurante La Violeta donde disfrutar de las mejores viandas bercianas como el botillo, y hacer un delicioso paseo por la parte vieja de la ciudad con parada en la Basílica o en el Museo de la Radio. La cena la sitúa en El Casino y parada coctelera en La Obrera antes de ir a dormir.
El domingo lo deja para disfrutar en el Museo de la Energía y posteriormente dar un paseo por el Río Sil.
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