El Instituto Leonés de Cultura salta las fronteras de la provincia para dar a conocer la obra de dos singulares y veteranos creadores de esta tierra: el grabador y editor José Sevillano y el fotógrafo David Santaolalla. En colaboración con sendas instituciones culturales locales, el Departamento de Arte y Exposiciones de este organismo autónomo de la Diputación Provincial ha realizado un gran esfuerzo técnico y humano para poder materializar dos exhibiciones de relevancia: si ayer viernes, en el Centro Cultural Rufino Mendoza de la localidad pacense de Villanueva de la Serena, se inauguraba la exposición ‘David Santaolalla, Casual Mente’; hoy, 13 de julio, el Museo del Grabado de Santa Marta de Tormes (Salamanca) acoge la apertura de ‘Ediciones STADT 1988-2020, José Sevillano’, proyecto comisariado por el artista plástico y grabador José Fuentes Esteve y por el propio Sevillano; Luis García Martínez, director del Departamento de Arte del ILC, acudió a ambos actos de presentación.
Dos eventos que se enmarcan en las líneas de trabajo centrales del citado departamento, las que se refieren a promocionar, analizar, divulgar y exhibir la obra de nuestros artistas tanto en las salas propias de la capital leonesa como en múltiples localidades del medio rural de la provincia y también fuera de ella, como también sucedió hace unos meses con la muestra ‘La huida. Peregrinos del siglo XXI’, de Jesús F. Salvadores, una producción del ILC que pudo disfrutarse en la Escuela de Arte de Oviedo, entre muchas otras iniciativas.
En lo que respecta a la propuesta expositiva de David Santaolalla, está integrada por un conjunto de quince creaciones fotográficas sobre dibond de mediano formato, y todas corresponden a diferentes investigaciones experimentales que este fotógrafo y artista ha realizado en los últimos catorce años. “Santaolalla ha venido trabajando en diferentes modalidades de la fotografía, desde la de viajes pasando por la paisajística o el retrato hasta la documental, pero la muestra que presentamos se centra fundamentalmente en el territorio experimental creativo -explica Luis García-. Este campo le sitúa específicamente en el concepto de fotógrafo de estudio, espacio interior donde se produce y elabora la escena y composición plástica por medio de materiales comunes, pobres e incluso de uso cotidiano. En este espacio íntimo, el creador articula los múltiples elementos que le sirven para originar todo un mundo mágico que se despliega cuando descubre la idea matricial. La idea puede surgir de lo casual, de ahí la introducción del término en el título, o tener origen en una idea trazada en apuntes rápidos, o minuciosos y detallados, que plasma en su libreta de artista (la cual se muestra en la exposición); aunque las composiciones también pueden brotar de una idea previa que se va transformando y modificando según la necesidades compositivas y plásticas, y el tiempo de elaboración”.