María Salas, vallisoletana de nacimiento pero berciana de adopción, ha convertido su pasión por el arte en una aventura sin fronteras. Tras siete años viviendo en El Bierzo, donde ha trabajado como ATE en el CEIP La Cortina y ha dejado huella con sus murales en San Pedro de Olleros y otras localidades, María se embarcó hace seis meses en un viaje por América Latina que la ha transformado.
Con su mochila cargada de pinceles y sueños, María recorrió más de 15.000 kilómetros por Argentina, desde la cosmopolita Buenos Aires hasta la inmensidad de la Patagonia y el norte fronterizo con Bolivia. En su camino, plasmó su visión del mundo en coloridos murales que adornan hostels, campings y fincas particulares.
“Argentina es un país fascinante, hermoso y maravilloso”, confiesa María. “Me abrieron las puertas de su casa y de su corazón, compartiendo mates, charlas y cantidad de historias”.
Su viaje continuó por Brasil, donde las playas paradisíacas y las cascadas infinitas se mezclaron con la calidez de su gente. Allí también dejó su huella artística, con murales y una exposición de sus ilustraciones.
“Brasil es un país lleno de color, de vida, de aguas cristalinas y cascadas infinitas”, relata María. “Gente linda, dulce y amable que me regalaron mucho amor”.
En Uruguay, su destino actual, María vive las últimas semanas de este viaje que ha marcado un antes y un después en su vida. “No sé si un viaje puede cambiar tu vida para siempre, pero sí puede transformarla”, reflexiona.
“Estoy infinitamente agradecida a la vida, por regalarme tanto, a mi familia y amigos que me ayudaron y apoyaron siempre, y a todas aquellas personitas con las que he compartido parte de este viaje que me acariciaron el alma”, concluye María.
