Luis nos recibe en camiseta y vaqueros en el Consejo de la Juventud de Ponferrada, donde junto a una asociación dispone de un local de ensayo. “Lo he vendido ya todo, mira, dice señalando con el dedo: me queda este bombo que mañana lo llevo a Belenda para que me lo ponga en venta”.
Después de casi un cuarto de siglo en la comarca, actuando de columna vertebral en bandas de rock, soul o jazz, el percusionista barcelonense dice adiós a la tierra con la que ha compartido grandes momentos en el escenario además de dejar una buena base aportando sus conocimientos en diferentes academias de la capital berciana.
¿Cómo caí en El Bierzo? Pues mi hija se vino a pasar unos días a casa de una amiga de la familia, conoció a un chaval y se quedó aquí. Y me decía: “Papá, tienes que venir aquí, esto es muy bonito” y bueno, formó pareja con ese chico y yo vine para el nacimiento de mi primera nieta, entonces cuando vi esto, dije ¡Jolín! que bien, que tranquilidad… al año siguiente, ya estaba aquí.
“Nada más llegar a Ponferrada, mi hija me llevó a las jams que se hacían por aquel entonces en la Sala Quijote de Cuatrovientos, y allí comencé a tocar, conocer gente, a Jorge del Tararí… y a partir de allí se montó lo de las jam que llevamos más de 20 años, También comencé a dar clases con Tere Portela y después en Cembi, hasta que me jubilé. Además pasé por un montón de grupos, en algunos a la vez, he llegado a estar con tres grupos a la vez”.
Por diferentes razones, tardó cuatro años en volver a la ciudad condal “lo hice por que un fan muy fan de Lone Star me invitó a la presentación de un libro sobre la banda en la FNAC… aquello fue terrible, le dije a mi familia: volveré, volveré a visitaros, pero vamos… visitaros y adiós” ríe.
Ahora 25 años después Masdeu vuelve a Cataluña, pero lo hace a Tarragona, donde vive su hija “llega un momento que la edad, y todo, dices: A recoger un poquitín y además, pues… matar el gusanillo que tengo que es la fotografía, mi otra afición”
El pasado jueves, músicos bercianos le rindieron un homenaje en la Sala Tararí, una fiesta a puerta cerrada para agradecerle su aportación musical a la comarca y el viernes hizo la última jam en la misma sala, cerrando así su carrera musical. “vino la gente que pudo con la que he colaborado, fue muy bonito, estuvo muy bien.
“¿Qué si volveré a tocar en Tarragona, No… bueno, si es un local tranquilo donde pueda ir de vez en cuando… pero actuaciones, ni hablar” asegura el baterista.
Una vida ligada a la música
“Comencé en el tinglado de la música a los 14 años, con esa edad, ya salía a hacer bolos, ya en plan serio, entonces estaba viviendo en Manresa por cuestión de trabajo de mi padre, allí estudié solfeo y el 80% de mi aprendizaje fue autodidacta, el profesor de batería sólo me enseñó a tocar la caja… así que me tuve que espabilar yo”, A los 20 años, se fue para Barcelona y comenzó a tocar con un grupo en salas de fiesta, cabarets… trabajando a diario y rotando entre las 10 ó 12 salas que había en la ciudad. Estas salas tenían dos grupos actuando cada día “uno de nombre como Rudy Ventura, José Guardiola… y luego un grupo con el que convivía a tiempos iguales, ellos cobraban más –ríe– pero el tiempo era el mismo”. Con los años, los equipos de música mejoraron y los empresarios se dieron cuenta de que con una única persona poniendo discos, suplían a las bandas y todo aquello se terminó.
Hace ya más de 50 años, Luis se presentaba a un casting para formar parte de la banda que acompañaría a Luis de Lucena en su gira, allí se encontró con un teclista que durante los castings le dijo: “Oye, yo tengo un grupo montado, pero me falta un batería ¿Te apetece? Si te apetece, en un mes estamos trabajando en salas de fiestas etc“. Le convenció la idea y se fue con él a tocar. Ese teclista sería pasado un tiempo uno de los fundadores de Lone Star.
Lone Star se había formado en 1958 como una banda de pop de la época, fue tras un viaje de Pere Gené, vocalista y líder de Lone Star a Inglaterra donde vio lo que estaba ocurriendo en el resto del mundo con la música, esta conexión no se perdió aunque en España, un grupo musical no aspiraba a mucho más que tocar en salas de fiesta. A lo largo de la década de los 60, grabaron diferentes discos que incluían versiones de clásicos del rock.
Fue en 1968 cuando Lone Star comenzó a ser reconocido en toda España, gracias al tema “Mi Calle” y fue precisamente ahí cuando Luis se incorporó a la banda viviendo los años dorados de la mítica formación catalana. Un día, estaba durmiendo, había llegado tarde de tocar en una sala y entró mi madre a la habitación y me dijo: Luis, acaban de decir en la radio que Lone Star buscan un batería”, no le hice mucho caso, seguí durmiendo y pasado un rato, reflexioné y dije, voy a llamar, hablé con Pere, que ya me había visto tocar alguna vez y me dijo – ¿Tú eres el batería que tocaba con Ricardo? Pues ya está- y así entró en la banda y fue parte de la misma durante varios años.
Lone Star estuvieron en activo hasta 1980 e incluso en 1982 Lone Star y Eric Burdon (The Animals), entre otros, reunieron a 120.000 personas en la recta del circuito de Montjuïc en Barcelona, en un concierto memorable organizado por el PSUC en “La Festa del Treball”.
Ahora Luis cuenta esta historia mientras prepara su viaje hacia Tarragona donde espera descansar, dejando atrás a amigos y admiradores en el Bierzo, su segunda tierra, donde asegura haber sido muy feliz durante casi 25 años
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