Tras las vacaciones escolares de Navidad, el Comité de Expertos de Castilla y León recomendó al Consejo de Gobierno de la Junta dotar a las aulas de la Comunidad de medidores de CO2. Una actuación que permitirá adecuar mejor la ventilación de cada aula en cada momento, asegurando siempre una óptima calidad del aire. Además, se ajustará también la temperatura de los espacios docentes, cerrando las ventanas cuando las mediciones lo permitan. Desde el mismo momento en que se produjo la recomendación, la Consejería de Educación ha estado trabajando para adquirir los dispositivos en el menor tiempo posible.
Así, a partir de hoy empiezan a llegar a los centros educativos de la Comunidad los primeros dispositivos. Los medidores son fruto de un contrato de suministro mediante tramitación de emergencia con un presupuesto total de 1.415.246 euros. A lo largo de esta semana, ya habrá 3.000 medidores de CO2 en las aulas de Castilla y León. A partir de la semana próxima irá llegando el resto de aparatos.
De este modo, los primeros medidores pueden servir como testigo para todo el centro: si se observa el comportamiento de la concentración de CO2 en un aula, se pueden marcar pautas de ventilación en clases con similares características en superficie y ocupación. Algo provisional, puesto que a lo largo de las próximas semanas llegarán los 16.239 dispositivos adquiridos, para dar servicio a todas las aulas de la Comunidad.
De esta forma, se podrá controlar la calidad del aire en cada momento y abrir o cerrar las ventanas en función de las necesidades de ventilación y temperatura. En la pantalla digital aparecerá la temperatura en grados centígrados, la humedad en porcentaje y el nivel de dióxido de carbono en cada momento. Así, cuando los valores sean óptimos, irán acompañados de una luz verde; cuando empiece a decaer la calidad del aire, la luz será amarilla, y, si se torna roja, será necesario ventilar la estancia.
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