La Universidad Feminista ofrece la obra teatral “Las que limpian”, que aborda con humor la problemática de “las kellys”

Areta Bolado, Noelia Castro y Ailén Kendelman son las tres jóvenes integrantes de la pujante compañía gallega A Panadería, que después del éxito de “Elisa y Marcela” se acerca en su nuevo trabajo a la problemática laboral de las camareras de piso con una comedia ácida y esperanzadora que reivindica la lucha organizada de las limpiadoras de hoteles y la necesidad de reimaginar un modelo de turismo sostenible y respetuoso con el territorio y la vida de las personas.

Un cartel cuelga del pomo de la puerta. “Por favor, arregle el cuarto”. Al regreso de la playa, las camas hechas, las toallas limpias y el baño impoluto. Son las que limpian, las invisibles que cargan a sus espaldas un sistema turístico precarizador. En este nuevo espectáculo, las fundadoras de A Panadaría se formulan preguntas tales como ¿es posible revalorizar este trabajo y desligarlo del género?, ¿existe un turismo sostenible?, ¿quién limpia la casa de la limpiadora? “Las que limpian” no habla solo de trabajadoras de la limpieza, habla de mujeres y del suelo mojado sobre el que caminamos cada día.

Así, en esta coproducción con el Centro Dramático Nacional aparecen las camareras de piso, pero también un dueño explotador y corrupto, un presidente del gobierno, falso y miserable y personajes que “las tres actrices se pasan, como las jugadoras de fútbol se pasan el balón, para meterle una buena goleada al sistema casposo, heteropatriarcal, machista, explotador y depredador, que amenaza con convertir nuestro paisaje en un parque temático para el turismo”, ha dicho el crítico Afonso Becerra.

“Las que limpian” es un espectáculo concebido para que el público se ponga en el lugar de quien no tiene poder y se ría de quien lo tiene, mediante una comicidad emparentada con la de la comedia del arte. Sus protagonistas son arquetipos que sirven de trampolín para que sus intérpretes den triples saltos humorísticos, intercambiándose los personajes con velocidad de malabarista y realizando un excelente trabajo vocal. Un trabajo, ha señalado la crítica, que “encuentra la virtud del equilibrio entre la pericia teatral, la comicidad y el compromiso esperanzador”.