La placa
Ésta es una pieza muy singular y en la que casi nadie repara al visitar el Museo, es la placa viradora original que se encuentra en la parte baja del muelle de carbones. Cubierta por un cristal grueso a modo de suelo, es posible pasar por encima de ella casi sin darse cuenta de que se encuentra bajo nuestros pies, ya que estaremos más preocupados de la sensación de andar “como en el aire”. Es una de de las piezas en las que siempre nos detenemos en las visitas guiadas debido a su relevancia y a que forma parte de la historia de esta antigua central térmica y también, en cierta forma, de la de Ponferrada.
Se trata de una pieza redonda de aproximadamente un metro de diámetro y pocos centímetros de grosor. Si se mira el pasillo de cristal que nos invita a continuar por él (fotografía de la parte superior), justo cuando acaban las líneas horizontales de este, aparece nuestra pieza del mes conocida como placa o virador. Esta pieza redonda tenía la importante función de facilitar el trabajo a los operarios del muelle de carbones, para poder introducir el carbón por medio de la vagoneta en la nave de calderas. La vagoneta se encuentra justo enfrente, como se puede ver en la fotografía.
Siguiendo el recorrido de la visita, la nave de calderas se encuentra a la derecha en un ángulo de noventa grados. Si la vía tuviese que realizar una curva para poder realizar este giro, se necesitaría un radio muy amplio. Para evitar esto se colocaba la vagoneta justo encima de la placa y así ya quedaba en línea recta para poder empujarla fácilmente hasta la nave de calderas, tal como se aprecia en la fotografía inferior.
Durante los primeros años de vida de esta central, esta placa fue una pieza muy importante ya que la entrada principal de carbón en las calderas se realizaba a través de vagonetas como la de la fotografía. Posteriormente la central se modernizó, inicialmente con una cinta de cangilones que era la encargada de introducir el carbón en las calderas y, más adelante, con la cinta transportadora que se aprecia a la izquierda de la placa viradora y que forma esa especie de “Y” en la fachada de la nave de calderas.
La entrada de carbón a través de la vagoneta, y por lo tanto utilizando la placa viradora, se mantuvo siempre preparada para poder se utilizada como plan alternativo ante una avería en la cinta transportadora algo que sucedía a menudo, según cuentan los trabajadores de la central.
El barrio de La Placa en Ponferrada
La historia de esta placa o virador se encuentra también íntimamente ligada a la historia de Ponferrada. Y es que una placa similar a la del museo, pero de grandes dimensiones, da nombre a uno de los barrios de Ponferrada, el barrio de La Placa, llamado así en honor a esta pieza tan llamativa que, en este caso, tenía la función de girar las locomotoras enteras. Esta pieza se encuentra embebida en todo un complejo ferroviario que desarrolló RENFE y que consistía en un haz de vías de clasificación, formación y expedición de trenes de mercancías, un haz para los trenes carboneros con muelles para el cargue del mineral y una reserva de máquinas y taller de tracción y material móvil. Ahí nació La Placa, que posteriormente daría origen al barrio ponferradino, nombre con el que popularmente se conoce al puente giratorio que servía para mover las locomotoras y distribuirlas en los distintos hangares de estos talleres y que dejó de utilizarse en los años 80.
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