Dentro de 500 años, si alguien estudia cómo era la sociedad española de principios del siglo XXI, además de la literatura, la prensa o las grabaciones de la televisión actual, entre otros fondos, no debería dejar pasar de largo el fenómeno de los memes, esas fotos o dibujos de carácter chistoso, normalmente acompañados de una frase y que se usan para describir rápidamente un concepto en las redes sociales
La BIblioteca Municipal “Valentín García Yebra” ha guardado los memes recibidos en los teléfonos particulares de todos sus trabajadores: Abel, Ana, Conchi, Enrique, Eva, Jesús, Jorge, Jovino, Pedro, Pilar, Raquel, Ruti y Yolanda, a los que se han sumado otros muchos amigos para, a día de hoy, almacenar 1.383 memes y 342 videos relacionados con la pandemia del covid-19.
Esta incoativa no es nueva. La Biblioteca Nacional comenzó hace unos años la recogida de estos documentos propios de nuestra época y que merecen ser dignos de conservar ya que son un reflejo de la comunicación humana, casi siempre con buenas dosis de ingenio, creatividad y humor.
El nombre meme, tiene su origen en el concepto concebido por Richard Dawkins, zoólogo y científico, en su libro El gen egoísta (1976), en el que exponía su tesis mémetica de la transmisión cultural. En este caso, Dawkins nombra como meme a la unidad mínima de información que se puede transmitir. Aunque años más tarde, con la eclosión de este fenoméno, lo describió como «el secuestro de la idea original», implicando que incluso el concepto evolucionado por sí mismo.
4 comentarios