Ni el cielo gris ni la lluvia esporádica pudieron apagar el espíritu navideño y el bullicio vecinal que vivió este viernes la Avenida de la Puebla. La calle, un histórico eje comercial de la ciudad, consiguió atraer a numeroso público a sus actividades. Nos consta que la Asociación de comercio de la Avenida de la Puebla lleva trabajando meses en este evento. Una asociación que optimiza los pocos recursos de los que dispone y consigue hacer actividades participativas abiertas para todos los ciudadanos.
La lluvia, lejos de ser un impedimento, añadió un halo de calidez y complicidad a un evento pensado para el disfrute en familia. Bajo paraguas y toldos, la arteria se transformó en un escenario de encuentro y animación. El mercadillo navideño ofreció productos artesanales y decoración típica, creando un ambiente festivo y acogedor. Además diversas asociaciones como Oncobierzo o Asprona fueron invitadas a estar presentes en el mercadillo. Música, un violinista que daba un ambiente parisino junto a la floristería de reciente apertura en la avenida o la chocolatada final que templó los cuerpos.
La jornada fue más allá de las compras. En los talleres de centros de mesa, grandes y pequeños pusieron a prueba su creatividad, llevándose a casa un pedazo de la ilusión de estas fiestas. Mientras, la animación callejera —música, personajes navideños y el simple placer de pasear— llenó de vida cada rincón, demostrando que el mejor plan a veces es reconectar con el propio barrio.
Este evento no fue solo una cita comercial; fue una reivindicación del tejido social y del comercio local. La Asociación de la Avenida de la Puebla logró, una vez más, dinamizar esta vía principal, fomentando un sentido de comunidad y familia que palpita bajo sus soportales. El objetivo es claro: devolver a esta emblemática calle el lugar central que merece en la vida de Ponferrada.
