El monumento que ha quedado inaugurado hoy coincidiendo con la salida del Lambrión ‘De carne y hueso’, La obra realizada por Tomás Bañuelos y Soraya Triana ha venido acompañada de una charla en el Castillo de los Templarios para explicar el proceso de construcción de la estatua que ya forma parte del Casco Antiguo de la ciudad.
El ritual del ‘Lambrión Chupacandiles’ comienza cada año en la basílica de La Encina. A las cuatro de la tarde, Vicente, actual encargado de la labor, se viste con la túnica negra de nazareno, se ciñe el cinturón de esparto y cuelga la campana de su cuello. Tras recibir unas palabras del párroco, inicia su recorrido por las calles de la ciudad.
El ‘Lambrión’ recorre un itinerario que lo lleva por el casco antiguo, cruzando el río Sil por el puente de García Ojeda, pasando por la avenida del Castillo, la glorieta del Templario, la avenida de España y la plaza Lazúrtegui. Desde allí, se dirige a la iglesia de San Pedro, y por la calle Real o la avenida de la Puebla, llega hasta El Plantío, la calle Ancha, el Ayuntamiento y la calle del Reloj, para finalmente regresar a la basílica de La Encina.
El ‘Lambrión Chupacandiles’: Un singular nazareno que anuncia la Semana Santa en Ponferrada
El ‘Lambrión Chupacandiles’ es una figura emblemática de la Semana Santa de Ponferrada. Un nazareno solitario que recorre las calles de la ciudad haciendo sonar una campana, anunciando la inminente llegada de la Pasión.
El ‘Lambrión Chupacandiles’, una figura única y singular de la Semana Santa en Ponferrada, ya recorre las calles de la ciudad anunciando la inminente llegada de la Pasión. Este nazareno solitario, vestido completamente de negro y con el rostro cubierto, llama la atención de los fieles con el sonido de su campana.
Su origen se remonta al siglo XVII, creado por la Hermandad de Jesús Nazareno. Según la leyenda, su nombre se debe a dos motivos: por un lado, los ‘lambriones’ eran los golosos de la comarca berciana, y se dice que los muchachos de la villa le invitaban a probar el vino nuevo en las bodegas a su paso. Por otro lado, su ‘apellido’ haría referencia a que el nazareno se bebía hasta el aceite de los candiles que iluminaban las calles antes de la llegada de la luz eléctrica.
El ‘Lambrión Chupacandiles’ es uno de los actos más significativos de la Semana Santa berciana. Este personaje representa la tradición y la penitencia, y su presencia en las calles de Ponferrada es un símbolo de la llegada de la Pasión.