Arriesgarse y sorprender, esa es la premisa con la que el berciano Pablo Ossorio y Rafa Navarro se han propuesto algo que causa sorpresa en el mundo del vino.. Llevar la acidez de la variedad gallega al mediterráneo.
Cultivar esta variedad del noroeste bajo el clima húmedo y con el Atlántico a las puertas, a tierras más soleadas y de altura, cultivándolo a unos 750 metros de altitud en la meseta de Requena y con la influencia del Mediterráneo a poco más de 50 kilómetros en línea recta es el reto que ya tiene su primer resultado: Finca Casa julia albariño.
La bodega busca con esta apuesta encontrar un vino blanco moderno y es una apuesta por innovar, ya que, debido al cambio climático, las variedades autóctonas estánelevando su Ph, que con la falta de ácido málico dejan a los vinos sin frescura.
«es una vieja intuición que compartíamos Rafa Navarro y yo, que el albariño podía hacer grandes vinos en Valencia, por eso hoy estamos tan contentos de presentaros Finca Casa Julia, porque el esfuerzo ha merecido la pena» Aseguró Ossorio.
Finca Casa Julia Albariño nace de una parcela de algo más de dos hectáreas, y su primera añada, la de 2020, se presenta con una edición limitada de 5.700 botellas (disponibles a un precio aproximado de 25 euros). Es un blanco joven fermentado en barricas de 400 litros nuevas de roble, y mantenido con sus propias lías en depósitos esféricos de cemento, que es muy aromático, frutal, fresco, con la acidez excelentemente compensada, con cuerpo y que tiene una larga vida gracias a la buena integración de la madera y su crianza con las lías.
Si quieres probarlo se puede adquirir ONLINE en la Bodega