Era un día frío de Enero de 1974, como tantos otros días del frío invierno berciano, los niños, en su mayoría de los barrios de la Estación y Navaliegos asistían al colegio Nacional Mixto Navaliegos. Tal era el crecimiento demográfico de Ponferrada en aquella época, que los alumnos de este centro iban a clases en dos turnos, incluso se llegaron a construir unos barracones donde hoy está ubicada la Calle Río Selmo para poder dar a basto en algunos cursos.
Durante las clases, y de forma inesperada, una nube tóxica que no dejaba respirar, se introdujo en las aulas del colegio. Se produjeron escenas de pánico, los profesores, con síntomas de asfixia, se afanaban por sacar a los niños, incluso por las ventanas. El caos se apoderó del colegio, niños y adultos respiraban con dificultad e intentaban vaciar cuanto antes el centro escolar.
Los niños entre vómitos y síntomas de asfixia, fueron recogidos por profesores, padres y coches que circulaban por el entorno y trasladados a la Residencia Camino de Santiago (Hoy Campus de la Universidad de León en Ponferrada).
En la parte inferior de uno de los edificios escolares, se guardaba parte del exiguo parque automovilístico municipal, y a algún trabajador del Ayuntamiento se le ocurrió guardar también bombonas de cloración del agua en las mismas dependencias.
Por causas que nunca se conocieron, una de las bombonas se abrió y comenzó a soltar ácido clorhídrico sin control, provocando que 33 niños, 4 bomberos y 3 maestros resultaran intoxicados y con quemaduras de distintos grados, algunos de ellos graves y con secuelas en el tiempo.
El entonces alcalde de la ciudad Luis García Ojeda, visitó a los afectados en la Residencia sanitaria, muchos de ellos quedaron ingresados varios días. Los niños, bomberos y profesores, fueron dados de alta, aunque en muchos quedaron secuelas. Nunca se depuraron responsabilidades.
Fotos facilitadas por: Rodrigo López Gaztelumendi (Año 1976)
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