Almacenes Bodelón, los grandes almacenes… de la región

Como si de un poblador del Oeste se tratase, Carlos Bodelón decidió trasladarse a la zona de la Puebla en los años 40, dejando atrás la próspera zona alta de Ponferrada en torno a la Basílica de la Encina, donde, frente a la calle del Paraisín, sus padres ya tenían una sombrerería desde 1870. Tuvo olfato para el negocio, pues las siguientes décadas, la actividad comercial y la prosperidad, se trasladó a la Avenida de José Antonio (Ahora Avenida de La Puebla).

Fue allí donde compró unas huertas por 5.000 pesetas (30€), y construyó un edificio en la esquina con la Calle Juan de Lama y donde inició el nuevo negocio, con una tienda de telas en la misma esquina que hoy ocupa Vitaldent.

A mediados de los años 60, Carlos Bodelón construyo la casas contigua en la calle Juan de Lama, donde en aquella época sólo había unas huertas. Los bajos de este nuevo edificio se unieron a la tienda original, creando unos grandes almacenes que ocupaban cerca de 2000 metros de superficie, entre sótano, bajos y entreplanta, en los que además de telas y retales, origen de la tienda, poco a poco y con la incorporación de sus hijos Carlos y Fernando al negocio, fueron sumándose otras secciones como la de ropa de cama, cortinas, ropa interior, confección…Incluso colchones.

Nada que envidiar a los almacenes de Galerías Preciados o El Corte Inglés, que en aquella época comenzaban a consolidarse en las grandes ciudades y a los que se miraba desde Bodelón como referentes de crecimiento. Los anuncios de temporada en la radio, también recordaban que “Ya era primavera en Almacenes Bodelón“.

En Rebajas, ante las puertas del negocio, se formaba una cola que llegaba hasta la zona del mercado, los dependientes tenían que limitar intermitentemente el acceso a la tienda. “Siempre contaban divertidos en casa que mi tío Carlos, un hombre robusto que pesaba más de 100 Kg, que un año fue a abrir las puertas el primer día de Rebajas y la avalancha le llevó en volandas contra las góndolas donde se exponía la mercancía rebajada, sin poder evitarlo” Recuerda Fernando.

Por otra parte, su negocio de mayoristas también fue creciendo al mismo ritmo, vendiendo a economatos de toda España e iniciando una expansión por Galicia, donde llegaron a tener diez tiendas. La filosofía de negocio era vender barato y mucho volumen, menos margen, muchos empleados para dar un buen servicio y “mover mucha mercancía, constantemente” apostilla Fernando.

En la tienda de Ponferrada, llegaron a trabajar más de veinte personas y en toda la empresa treinta cinco. “Antes la oficina necesitaba cuatro personas para hacer las facturas en máquina de escribir y con papel de calco para hacer la copia” comenta sonriendo, “Además había mucha inflación en España, por lo que contratar empleados no era demasiado costoso y conseguías dar un buen servicio“.

“Nuestro padre nos educó pensando en que no íbamos a dedicarnos a esto, él era consciente de que la ropa era un negocio incierto y nos envió muy jóvenes a un internado y a estudiar una carrera, recuerdo que iba paseando con mi padre y le paraba la gente muy agradecida, me pareció una profesión muy especial, estaba preparándome para la judicatura, pero aquello me impactó y le dije que me quedaba en el negocio y mi hermano hizo lo mismo”.

El incendio del 11 de enero de 1983

El 11 de enero en plena época de Rebajas, los Almacenes Bodelón ardieron por un cortocircuito que destruyó gran parte de las existencias que se encontraban almacenadas. Un suceso que impactó en la sociedad berciana y que tuvo repercusión nacional. Precisamente, los bomberos de Ponferrada, a los que la prensa de la época les achacaba el haber llegado tarde, estrenaron en este incendio un camión nodriza que ha estado en activo hasta hace pocos años., para extinguir el incendio participaron también los Bomberos de Astoga, Villafranca del Bierzo, ENDESA, M.S.P. y de la capital leonesa.

Durante la extinción del incendio, Benigno Crespo, conocido locutor ponferradino y precisamente la voz de los anuncios de Bodelón en la radio, en su afán por colaborar en la extinción, resultó golpeado por un hierro en la nariz, lo que le provocó la rotura, teniendo que ser ingresado en la Residencia Camino de Santiago, hoy Campús universitario de Ponferrada.

En 1985 los hermanos decidieron separar sus negocios quedándose Carlos con el negocio al público en el mismo local que ocupaban los almacenes a pie de calle, además de varias tiendas y las desaparecidas Galerías El Catalán en la Calle del Cristo, tienda en la que, por cierto, durante un tiempo vendieron la mercancía que el incendio no destruyó. Fernando siguió con el negocio al mayor y otra parte de los establecimientos.

Hoy en día Los Almacenes Bodelón continúan con la venta al mayor, además de dos tiendas ,en Villagarcía los Almacenes San Carlos, en honor al abuelo y en Lugo, Moda Bodelón. En Ponferrada también continúa la venta al detalle en la tienda que ocupa la entreplanta de los antiguos almacenes, aunque ahora con acceso por la calle Real.