El alcalde de Ponferrada, Marco Morala, acompañado por Olivier Bao, responsable de los Bomberos de la localidad, el intendente jefe de la Policía Municipal, Arturo Pereira, y el ingeniero forestal, bombero y especialista en extinción de incendios Roberto García, ha evaluado este lunes la grave situación derivada de los incendios que asolan la comarca de El Bierzo.
En la rueda de prensa Morala reiteró que “todos los servicios municipales están a disposición de la Junta de Castilla y León” para hacer frente a la emergencia y dedicó unas palabras de reconocimiento al brigadista fallecido durante la noche de ayer.
Por su parte, Olivier Bao, visiblemente afectado, recordó que la brigada del fallecido había compartido desayuno en el parque de Bomberos apenas unas horas antes del trágico suceso.
Un incendio sin precedentes
Tanto Bao como Roberto García coincidieron en señalar la extrema dificultad para controlar las llamas, describiendo un escenario inédito. “Prácticamente estamos yendo detrás del incendio en todo momento. No es un incendio como los que hemos conocido hasta ahora”, explicó García.
El responsable del parque ponferradino añadió que las condiciones actuales hacen imposible anticiparse al fuego: “No somos héroes, somos trabajadores con limitaciones y expuestos a accidentes”. Bao detalló que la velocidad de propagación ha superado todas las previsiones: “La estimación era que el fuego llegaría en tres días, dos en el peor de los casos, pero avanzó en solo doce horas. Tuvimos que evacuar y luego regresar para asegurar zonas”.
Este comportamiento errático, según los expertos, complica aún más las labores de extinción. “Es imposible tener medios en todas partes: los desplazas a un punto y el fuego coge la dirección contraria y hay que mover todo el operativo”, lamentó Bao.