La Residencia de Personas Mayores de Benavente, en Zamora, ejemplifica el proceso de profunda transformación que la Junta de Castilla y León está llevando a cabo en todos sus centros: se encuentra en plena adaptación al denominado modelo de unidades de convivencia que establece la Ley de Atención Residencial y, además, se coloca a la vanguardia de la aplicación de la innovación social a los cuidados.
Hasta estas instalaciones se ha desplazado la vicepresidenta de la Junta de Castilla y León y consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, quien ha visitado las obras de remodelación —cuya inversión total asciende a 10,5 millones de euros—, donde ha señalado que el Ejecutivo autonómico está instaurando una nueva cultura de los cuidados, cuyo eje es la implantación de nuevas tecnologías como la domótica o la robótica, que persigue la meta de mejorar la autonomía y la calidad de vida de las personas mayores, dependientes y con discapacidad. Esta prioridad estratégica de la Junta pasa por la modernización de los Servicios Sociales autonómicos, como es el caso del centro de Benavente.
Proyectos TIC
En primer lugar, Isabel Blanco ha hecho referencia a los proyectos basados en las tecnologías de la información y la comunicación —TIC—, como sucede con las 62 estaciones de telemedicina avanzada y sus correspondientes ‘carritos’ móviles, mediante los cuales se puede llevar un control de las constantes y los parámetros de salud de los residentes habitación por habitación. Un proyecto en el que la Junta ha invertido 570.000 euros. El centro zamorano cuenta con tres de ellas.
Además, la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades ha dotado, mediante un presupuesto de 4,4 millones de euros, una potente y extensa red wifi que permite soportar y dar cobertura a todas las herramientas que se están implantado, las cuales se centralizan en el Sistema Integral de Gestión Residencial —Giress 2.0, con una inversión de 1 millón de euros—, interoperable con el sistema de atención al residente o el novedoso control de caídas.
Precisamente, el denominado SAR —sistema de atención al residente—, cuya cuantía de instalación y desarrollo asciende a 3,2 millones de euros y que ya funciona en la residencia de Benavente, mejora la comunicación entre residentes y profesionales, refuerza la seguridad de los primeros y optimiza el trabajo de los segundos.
La Junta se encuentra realizando el pilotaje de otros proyectos que van a suponer grandes avances en los cuidados de las personas mayores y dependientes. Uno de ellos es el sistema de control de caídas mediante un radar implantado en la cama, que permite anticipar incidencias y reducir tiempos de respuesta. Otro es el denominado ‘control de errantes’, que evita, de manera no intrusiva, que personas con problemas de orientación o cognitivos puedan perderse. Esta herramienta ya se encuentra en funcionamiento en el centro de Benavente.
Un proyecto novedoso es el sistema de gestión de lavandería, el cual utiliza etiquetas basadas en la tecnología RFID para tener ubicadas de manera permanente las prendas de ropa de todos los residentes e incluso del personal, desde que entran en el proceso de lavado hasta que son distribuidas por las habitaciones. De este modo, se evitarán posibles pérdidas y se facilita la clasificación y la realización de seguimientos.
Junto a equipamientos dirigidos a reforzar la seguridad de los mayores, como el sistema cerrado de televisión CCTV digital en alta calidad instalado en el centro, también se han venido desarrollando proyectos dirigidos a las terapias ocupacionales y a la atención directa, con el objetivo de trabajar en las emociones, el bienestar o la estimulación cognitiva y física. Es el caso de las pantallas interactivas que se van a implantar en todas las residencias y centros de día de la Junta y las gafas de realidad virtual.
Robots sociales
Tras la realización del pilotaje en las residencias ‘Puente de Hierro’ de Palencia y ‘Los Royales’ de Soria, los robots sociales ya se han incorporado a otros centros residenciales de la Comunidad, como es el caso del ‘Temi’ al centro residencial de la localidad zamorana. Mediante 4 millones de euros procedentes de los fondos Next-Generation y a través del trabajo conjunto de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, Cartif, Fundación Intras, Asprodes y la Universidad de Valladolid, se desarrollaron los robots dotados con avanzadas funciones de entretenimiento, asistencia en acceso a información de interés, desarrollo de actividades físicas y cognitivas o la mera pero indispensable acción de acompañar a las personas mayores.
En próximas fechas se irá incorporando una quincena de robots ‘Temi’ a otras tantos centros residenciales autonómicos, así como dos ‘Copito’, con el objetivo de que ayuden y estimulen a los mayores y dependientes.
Ayuda para actividades cotidianas
La firme alianza de la Junta con el centro tecnológico Cartif, la Fundación Intras y Asprodes y la financiación mediante los fondos Next-Generation está dando unos frutos muy positivos en lo que respecta a mejorar la vida de los colectivos más vulnerables de la Comunidad. Así sucede con el desarrollo del andador inteligente, capaz de frenar automáticamente ante caídas o tropiezos, entre otras funcionalidades, y de los cuales se van a entregar 404 ejemplares, casi la mitad —188— a usuarios de residencias autonómicas, mediante una aportación de 1,3 millones de euros. Once de ellos irán a parar a la residencia de Benavente.
Por otro lado, los mismos socios trabajan en una ayuda técnica para el uso del inodoro dirigida a personas con movilidad reducida. Se trata de un sistema que facilita una actividad cotidiana tan íntima a través de la elevación y descenso al inodoro, así como lleva incorporada la asistencia al usuario para su higiene. La Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades entregará 265 ejemplares, de los cuales 128 irán a parar a centros residenciales —siete a la localidad zamorana—.
Obras de adaptación al nuevo modelo de atención
La residencia de la Junta en la localidad zamorana de Benavente se encuentra en pleno proceso de rehabilitación y adaptación al nuevo modelo de atención residencial recogido en la normativa reguladora basado en unidades de convivencia —espacios lo más parecidos a un hogar para garantizar la calidad de vida y el confort de los residentes—.
Mediante una inversión de 10,5 millones de euros y con el propósito de instalar seis unidades de convivencia con un total de 96 plazas —16 por unidad— adaptadas a la atención de personas dependientes, la obra se está acometiendo en tres fases: una primera, por casi 3 millones de euros, para la construcción de las tres primeras unidades de convivencia —48 plazas—; una segunda, para las otras tres, por 2,5 millones; y, por último, la rehabilitación energética y funcional del edificio —mejora de la envolvente térmica, instalación de una caldera de biomasa e implantación de paneles solares fotovoltaicos— por cinco millones de euros, cofinanciados con fondos europeos.
Las unidades de convivencia están integradas por cuatro habitaciones dobles y ocho individuales con baño propio —cuentan también con un baño apto para camillas—, sala de estar comedor equipada para desarrollar actividades y espacio para el personal, todo plenamente accesible. Además, se va a sustituir el sistema de calefacción de radiadores por suelo radiante y se han realizado adquisiciones de nuevos equipamientos como mobiliario o electrodomésticos por valor de 250.000 euros. Asimismo, como se ha señalado previamente, la Junta ha invertido en el centro más de 300.000 euros en innovación social y nuevas tecnologías.