La esperada procesión de La Dolorosa, que tradicionalmente marca el inicio del programa oficial de la Semana Santa de Ponferrada, no pudo salir este viernes por las calles del casco antiguo debido a la lluvia provocada por la borrasca Olivier. A pesar de que el día amaneció con un sol radiante, a partir de las 18 horas, el cielo comenzó a encapotarse y la lluvia finalmente llegó.
Este año, la imagen de La Virgen de la Dolorosa había sido elegida para ilustrar el cartel oficial de la Semana Santa, lo que reforzaba aún más la simbología y emoción asociadas a este paso. Salvador Fernández, mayordomo de la Real Hermandad de Jesús Nazareno de Ponferrada, había destacado recientemente la importancia de esta elección, subrayando el cariño que la ciudad profesa a esta imagen mariana.
Una tradición que marca el destino del resto de las procesiones
En Ponferrada, existe la creencia popular de que si La Dolorosa consigue salir en procesión, el resto de los pasos también lo harán, ya que se interpreta como un buen augurio frente a las posibles inclemencias meteorológicas. Por eso, su cancelación no solo representa una pérdida simbólica y emocional, sino que siembra la incertidumbre sobre si se podrán celebrar las demás procesiones programadas.
Este temor no es infundado. En 2024, la Semana Santa estuvo marcada por la constante amenaza de lluvia, lo que obligó a suspender la mayoría de los pasos y dejar las imágenes en el interior de las iglesias. La historia parece repetirse este 2025, con un panorama similar desde el inicio.