Una entrevista de Carmen Álvarez para Ponferradahoy.
Uno de los grandes cantautores del panorama nacional, Andrés Suárez, tiene una cita con los bercianos, en Ponferrada, este próximo 1 de junio en la Sala La Vaca. El gallego aterriza, nuevamente, en la capital con los “nervios a flor de piel”, y tras estar viviendo una gira “alucinante” por toda la geografía española con la presentación de su nuevo disco, ‘Viaje de Vida y Vuelta’.
Los Momentos Alhambra han sido los encargados de que el de Ferrol llegue al Bierzo, dos décadas después de su primera vez en Ponferrada. El icónico garito llamado, El Bombardier, le brindó la oportunidad de tocar algunas de sus canciones fuera de su querida Galicia natal. Si hay algo que Suárez nos resalta de este local y de la ciudad en una cálida entrevista telefónica es lo siguiente: “fue mi segunda casa muchos años. Dejé de ir cuando creo que el Bombardier cerró, te hablo de hace 20 años. Pero iba mucho. Yo me sentía en casa, siendo gallego. Quiero decir, estaba ese mismo acento, el comer bien, el buen frío y el buen vino. Me trataron siempre de la leche. Entonces, volver para mí es un regalo. Está siendo una gira también de reencuentros. Y eso lo agradezco mucho”
El regreso al Bierzo supone para el artista un reencuentro con su pasado. “Te hablo de la Prehistoria”, nos cuenta entre risas. “Volver a esta ciudad me supone muchísimos recuerdos, muchísima felicidad. En aquel momento, yo cantaba de lunes a viernes en Santiago Compostela. Me sacaba el carnet de conducir para poder llevar mi equipo en el coche y mi primer disco, ‘De ida’. Y poder decirle al mundo que había un tipo de una aldea que cantaba y que hacía canciones, y a ver si me conocían. De repente, vuelvo nueve discos después. Pues ahí, viví historias alucinantes. Viví siempre muy intensamente y es algo de lo que no me arrepiento, ni me avergüenzo, porque me llevó a las canciones. Pasaba noches interminables hablando con Pablo, con el dueño del local, o nos íbamos a otra sala y conocía a esa gente. Si no vives, no escribes. Si no lees, no escribes”.
Este regreso a Ponferrada supone muchas emociones para el artista. La más especial de todas será la de poder volver a sus inicios, pero esta vez muy bien acompañado: “Estaré con los nervios a flor de piel, muy emocionado y, sobre todo, ya por primera vez, diciendo que vuelvo a una ciudad, a la que llevo tantos años sin ir con mi equipo. O sea, con mi técnico de luces, con mi técnico de sonido, con Marino Saiz (el violinista de la banda) … Es como decir, mira, a base de insistir, señores, lo he conseguido y aquí estoy, ¿no? Y aquí me tienen. Y eso es muy bonito”.
Andrés Suárez dispuesto a dejarse llevar por la gastronomía berciana: “Me apetece reprobarla, volver otra vez a ese sabor”
Como buenos bercianos y anfitriones que somos de nuestra tierra, en esta charla con el cantautor gallego no podemos dejar pasar la oportunidad de preguntarle sobre la gastronomía, haciendo hincapié en si ya había degustado algunos de esos ricos manjares que tanto nos caracterizan: el Botillo, los Pimientos Asados, la Manzana Reineta o el vino. Ante esta cuestión, el gallego nos reconocía que si, pero que le apetecía degustar nuevamente todos esos productos y “volver a ese sabor”. Porque si hay algo que valora cada vez que realiza un viaje a cualquier parte de España es el conocer su gastronomía, su vino, su olor, y por último, la cocina.
“A mí cada vez me interesa eso más”, estas son las primeras palabras que nos pronuncia al hablar de la gastronomía. “Yo con 18 años no me detenía tanto en eso, y tenía más prisa y ansiedad por vivir. Ahora mismo, me detendré a comer en un buen lugar, a tener una buena charla de sobremesa. Eso siempre termina en buenas canciones…”.
Respecto a la pregunta de: ¿Qué es lo que no puede faltar en ese camerino berciano previo a un concierto? Un Botillo, ¿no? Andrés Suárez nos responde: “No, no, no. Si hago eso, no hay concierto. O sea, cancelamos por exceso de calorías. Eso para después. Sí, para pillar pilas después del bolo. Si yo antes de cantar no como nunca, salgo con el estómago listo para cantar no repleto de comida. Una buena caja de cervezas, sí, pero sin gluten que soy celíaco, por favor”.
“Hoy en día quien paga una entrada se merece todo”
El próximo 1 de junio la Sala La Vaca, en Ponferrada, junto con los Momentos Alhambra será un espacio donde el tiempo se detendrá y todos los asistentes disfrutarán de una velada única e intimista de la mano de un gran artista como es, Andrés Suárez, y que estará llena de sorpresas.
El gallego nos invita a ir a ese concierto, que según él va a ser “muy de verdad“. “Va a estar muy arraigado a la piel, al contacto, a la gente, a las historias, a una enfermedad y a una vida, al sexo y al desamor, a la amistad, al norte, que creo que hablo de casa. Ellos entenderán casa cuando diga esa palabra sagrada”. Posteriormente, el anfitrión nos anticipa lo que nos podremos encontrar en esa sala: “les invito a que vengan a un concierto de emociones, a reírse, pero también a llorar, a estar muy vivos, a olvidarse de la realidad que nos está fastidiando a todos, de las redes sociales, de la política, de los insultos, y vengan a desconectar y a pasárselo bien. Y creo que esas dos horas de concierto entonces les valdrá la pena”.
Respecto a las canciones que podrán sonar, Suárez nos asegura que cantará todas las que los asistentes le pidan. “No todo va a ser estar con la banda desde el minuto uno y olvidarme de esas baladas o de canciones más intimistas. Yo salgo y le pregunto a la peña qué quiere”.
“La gente paga una entrada, y sobre todo algo más valioso que el precio de entrada es su tiempo. Me eligen en su tiempo para verme. ¿Cómo le voy a decir que no a alguien que me pide una canción? Para mí es un honor. La que me pida la voy a cantar”, asegura el gallego. Por último, Andrés Suárez nos menciona en la entrevista que estaría “encantado” de poder colaborar o acoger en el escenario el próximo 1 de junio a un artista berciano.
“Entonces, eso es lo único que reivindico de mi trabajo y lo que más me gusta. Ver cómo puedes llegar incluso a cambiar una vida, a conseguir una sonrisa en la persona que está más dolida del mundo”. Asegura Suárez.