El día que Cacabelos fue el centro del universo astronómico

Acabo de llegar de Cacabelos desde donde envío con un propio estas cuartillas a Ponferrada, con el objeto de que lleguen a Ponferrada para ser depositadas en el telégrafo

Así encabezaba la crónica el corresponsal que ABC desplazó el 16 de abril de 1912 a la villa del Cúa con motivo del Eclipse de sol que se iba a producir al día siguiente y que, según los cálculos de los científicos, la sombra de la luna interpuesta al sol iba a ser plena en Cacabelos. Hace ya más de 103 años de aquel curioso acontecimiento que congregó en nuestra comarca a los más prestigiosos científicos de nuestro país y de la Universidad de París.

Desde días antes, una nutrida expedición de científicos del Observatorio Astronómico de Madrid, la universidad de París y el Ministerio de Instrucción Pública habían plagado la villa  de automóviles y carruajes para acudir al Cerro de San bartolo (la zona de polígono industrial donde se encuentra ubicada la D.O. Bierzo) Donde se montarón diferentes dispositivos para el estudio del fenómeno. Entre ellos cita el ABC, un cinematógrafo que aportó la Universidad de Parísal que se adaptó un “magnífico objetivo Dalmayer de 70 centímetros. El aparato será movido por la electricidad con una rapidez tan cosiderable, que permitirá obtener 30 fotografías por segundo, y con el objeto de que la información gráfica sea completa, se ha montado un admirable cronógrafo, puesto en contacto con la cámara, y que merced a un procedimiento ingeniosísimo permitirá que en cada una de las diferentes fotografías quede registrada la hora, con fracción de segundos.

Al frente de la estación francesa estaba el señor Vlés. Por su parte la instalación española estaba dirigida por el doctor Roso de Luna Que utilizó un sistema de planos de lienzos para observar las sombras ondulantes generadas por el paso de la sombra del eclipse.

La totalidad del eclipse tuvo lugar el 17 de abril de 1912 a las 11 horas 55 minutos según reflejan las crónicas, minutos antes las gallinas se recogieron en el gallinero y las palomas también se pusieron a cubierto ante la oscuridad que se percibía en la zona, relataron los periodistas presentes. Todavía hoy, no queda claro si fue un eclipse total el que se pudo contemplar y algunos de los estudiosos de la época situaron más cerca de Camponaraya la oscuridad total generada por el mismo.

Se da la curiosa circunstancia de que el eclipse se produjo tres días después del hundimiento del Titanic por lo que Cacabelos compartió titulares en periódicos y revistas de la época con las noticias de la catástrofe del hundimiento del trasatlántico.

La prensa humorística de la época También encontró en el eclipse y su visionado desde Cacabelos un motivo para hilvanar las conversaciones del semanario satírico Gedeón como se puede ver en la imagen.

Los publicistas también supieron sacar partido a un fenómeno tan inusual como el eclipse solar:

Durante unos días, la villa del Cúa fue el centro de la astronomía mundial. Los periodistas presentes daban en sus crónicas las gracias a los ciudadanos y autoridades por el trato recibido.

No necesito añadir, para dar término a esta información, que las dignísimas autoridades de Cacabelos, el famacéutico señor Vega Flórez, el parroco de la localidad, el profesor de instrucción primaria y todas las personas influyentes de la villa han dado a los ilustres huéspedes que ahora la visitan, toda clase de facilidades para realizar la importante misión científica que aquí los ha traído.

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